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«Pasé de pesar 105 kilos a pesar 44 porque tuve un problema mental»

Iker Moral, creador valenciano de retos de comida conocido como "elmooral", cuenta su historia personal tras enfrentarse a una depresión y resurgir como referente en redes

Este creador valenciano ha logrado consolidarse en la plataforma de TikTok gracias a sus retos de comida. Tanto en su propia habitación como en diversos restaurantes, Iker Moral busca romper récords en ingentes cantidades de comida ingerida en el menor tiempo posible. A día de hoy, su perfil de TikTok cuenta con 248.500 seguidores, consolidándose como una referencia en el contenido gastronómico.

Antes de comenzar con la publicación de sus vídeos, Iker era un fiel seguidor de dos figuras ampliamente reconocidas como son Esttik (Josué Montero) y JDalmau (Juan José Dalmau). Ambos cuentan con más de 5’2 y 1’1 millones de suscriptores en YouTube, respectivamente.

Moral contaba con conocimientos en diseño gráfico, manejando con fluidez programas como Photoshop e InDesign. Un día, observando un vídeo junto a su padre, este le propuso la idea de comenzar a producir su propio contenido:

“Mi padre me dijo un día: ‘Iker, con el carisma que tú tienes, cómo te sabes ganar a la gente y todo, ¿nunca has pensado en hacer esto?’ Y la verdad que yo no lo tenía pensado, y lo que comenzó como un poco tontería, apoyándome mi padre, empezó a subir, empezó a subir, y hasta el día de hoy. Hasta que te contacta una agencia y, básicamente, ellos son los que te enseñan a cómo llevar todo esto un poco”.

Si algo recalca Moral, es que nada ha sido cuestión de suerte. de hecho, el valenciano recalca que le da rabia cuando los vecinos de su localidad le recalcan que ha sido un afortunado. “Yo creo que en este mundo tienes que tener un factor de suerte, porque está claro que hay mucho creador de contenido y cada día más. entonces al final que te dejen un hueco. Pero también es un currártelo todos los días. Yo cuando me dicen lo de ‘has tenido suerte’ me cabrea mucho, porque no, suerte no he tenido”, declara.

De hecho, el propio Moral se vio despojado de su cuenta cuando tenía un total de 35.000 seguidores, viéndose obligado a empezar de cero. En dicho momento, el creador valenciano se vio sumido en una gran decepción con las redes sociales. “No quería tener Instagram, no quería tener TikTok, no quería tener nada. Y otra vez, mi padre fue la misma persona que me volvió a animar, que me enviaba links por WhatsApp para que me llevase directamente a descargarme la aplicación de TikTok. Fue él quien me fue animando, y hasta que me abrí la cuenta que hoy en día es El Moral”, comenta.

De hecho, el propio Moral considera a su padre como su mejor fan y “el mejor representante que he tenido en mi vida”. De hecho, el propio creador afirma que su padre le dice a cada persona que conoce que siga a Iker, preguntándoles “¿no sabes quién es mi hijo?”. Pese a tener que empezar de nuevo, Moral asegura que “por suerte aún tenía yo a gente esperándome”.

Una de las preguntas que más formulan a Moral es si ha sufrido de problemas estomacales a la hora de finalizar uno de sus retos de comida. El creador indica que pese a sentirse una “pelota andante” al acabar sus comidas, si notase un mínimo problema mientras realiza sus desafíos, pararía automáticamente. Además, cuenta con un chequeo mensual para asegurar que su estado de salud es el óptimo.

“Yo tengo a los médicos de toda mi vida, que desde que empecé ya con esto más profesionalmente y fue una racha de todas las semanas, me cogí a ellos, y les expliqué todo lo que había. Yo tengo pruebas cada mes y medio para ver azúcares, colesterol, para todo”, declara. Además, recalca que a modo de preparación, realiza un ayuno de 12 horas.

Por otro lado, el propio Moral asegura que va a centrarse en realizar un cambio físico, un aspecto en el que ha experimentado serias dificultades en el pasado: “Antes, pasé de pesar 105 kilos a pesar 44 porque tuve un problema mental. Una depresión que, unido a más cosas, lo pasé muy mal una época y perdí muchísimo peso”.

Una de las consecuencias derivadas de ese proceso, ya superado, fue el desarrollo de una hipoglucemia. “A día de hoy me cuesta mucho pillar peso, que eso es una de las cosas que la gente no sabe, y hablan mucho sin saber. Yo en vez de tener el azúcar súper alto, lo tengo mucho más bajo que la gente normal. Yo consumo el azúcar tres veces más rápido que una persona normal. Entonces, a día de hoy, me está costando pillar mucho peso por eso”, afirma.

Colaboraciones

Moral indica que, aunque desde hace un tiempo él decide ir a hacer sus propios retos, son los locales quienes contactan con su agencia. El creador afirma que cuando se pasa de unos mínimos establecidos, se considera publicidad, con lo que en este caso, el restaurante en cuestión ha de ponerse en contacto con la agencia para elaborar un contrato.

Si bien Moral comenta que las condiciones que le ofrecen los establecimientos son muy buenas, él siempre les exige una condición, el “ser un cliente normal”. Indica que “no tienen poner más cantidad en el plato, ni que tratarme de una forma diferente, ni que mi comida salga antes que la de otros comensales”.

Además, destaca que quiere evitar comentarios del estilo de: “Cómo se nota que tú estás grabando” o “cómo se nota que tú vas por colaboración”. Además. afirma que “la realidad en el caso de muchos influencers y creadores de contenido, es que evidentemente ellos no lo avisan. Pero el restaurante, para ver la imagen que quiere dar a través del móvil, les pone más cantidad o el tiempo de espera es mínimo. Tú vendes un producto al que luego va a ir una persona que está viendo tus vídeos y se va a llevar una decepción”.

Planes de futuro

El principal sueño de Iker Moral es el de abrir su propio local gastronómico. El valenciano indica que “poco a poco se van alineando los astros”. A pesar de haber trabajado en “mil puestos” como albañilería, confección o restauración, afirma que “toda la vida lo que me ha llamado es entrar en una cocina, pero no para recibir las órdenes de nadie. Entrar en una cocina para crear yo lo que a mí me gusta”. Respecto a las remuneraciones derivadas de su actividad, Moral indica que “es un mundo donde el dinero entra muy fácil. También se te va muy rápido porque la gente se piensa que es solo ganar, ganar, y ganar,. Y no. Tú tienes que ganar, pagar y luego invertir. Porque se invierte mucho en este mundo, mucho”.

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