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La Montaña, un estandarte de la cultura rural de Cantabria

Desde 1967, Cabezón de la Sal acoge esta festividad considerada de Interés Público Nacional
La bandera cántabra siendo izada por la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga. GOBIERNO DE CANTABRIA

Cada segundo domingo de agosto, Cabezón de la Sal se convierte en punto de encuentro para miles de personas en torno al Día de Cantabria, la celebración más representativa del folclore y la tradición regional. Reconocida oficialmente en 1983, su historia arranca en 1967 con la creación de la llamada Fiesta de la Montaña, un evento que buscaba preservar y difundir las costumbres de un territorio que, quince años más tarde, consolidaría su identidad como comunidad autónoma.

Los orígenes: la Fiesta de La Montaña

Un 13 de agosto de 1967 se celebró la primera Fiesta de la Montaña en la campa de La Robleda de Cabezón de la Sal. Sus principales propulsores fueron vecinos de la localidad impulsados por su alcalde, Manuel Llano Cossío. La iniciativa surgió en un contexto en el que las tradiciones populares sufrían un proceso de debilitamiento, y pretendía ofrecer un escaparate de la vida rural de la entonces provincia de Santander.

En su primera edición, el programa incluyó un desfile de carretas típicas, exhibiciones de deportes autóctonos, actuaciones de agrupaciones folclóricas y muestras de artesanía y gastronomía. Aquella jornada reunió a colectivos culturales de distintos puntos de la región y marcó el inicio de una cita que desde entonces se ha repetido cada año.

La denominación de “La Montaña” respondía al término empleado históricamente para referirse a Cantabria. Durante siglos, tanto en documentos oficiales como en el habla común, se utilizó esta nomenclatura para identificar a esta parte del norte peninsular. La fiesta, por tanto, recogía una denominación popular que estaba muy presente en la identidad local.

A lo largo de los años 70, la festividad comenzó a consolidarse como un gran atractivo, no sólo a nivel regional. En esta misma década, en el año 1972, la Fiesta de La Montaña fue declarada de Interés Turístico Nacional. Cada verano, el municipio anfitrión reunía a grupos de toda la provincia para escenificar danzas regionales, cantos tradicionales y desfiles de carretas típicas. Entre las principales actividades de la jornada se mantuvieron los deportes autóctonos como los bolos y el arrastre de bueyes, además de la interpretación de música popular al ritmo de la gaita y la pandereta.

El 1 de febrero de 1982 entró en vigor el Estatuto de Autonomía de Cantabria, lo que supuso la recuperación oficial del nombre histórico de la comunidad. Al año siguiente, en 1983, el Gobierno de Cantabria otorgó a la antigua Fiesta de la Montaña la denominación oficial de Día de Cantabria.

Actividades de este 2025

Desde primera hora de la mañana, Cabezón de la Sal amaneció con varias dianas matinales interpretadas por grupos locales e incluso algunas charangas de otros lugares de Cantabria, como Astillero. Al ritmo de los instrumentos de viento, los asistentes también pudieron los distintos puestos ambulantes del mercado de productos típicos. Los alimentos tradicionales de la región ganaron protagonismo, con varios estantes destinados a las conservas, sobaos, quesos, orujos o mieles. Asimismo, las artes manuales estuvieron presentes con la Feria de Artesanía y Cerámica.

Al mediodía, en el Parque Municipal del Conde de San Diego, tuvo lugar el izado de banderas, donde salieron a escena la de España, las 17 comunidades autónomas y la de Cantabria. En este acto, la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, pronunció un discurso en el que exigió «el mismo trato para la comunidad autónoma que el resto de territorios del país», apostando también por la unidad en todo el territorio español.

A su vez, Buruaga hizo especial hincapié en el turismo de la región, afirmado que 2024 fue el mejor año del siglo XXI en Cantabria, con récords de visitantes y pernoctaciones. Además, destacó proyectos turísticos como el Teleférico Mirador del Pas, previsto para 2027.

Ya por la tarde se celebraron actividades que rememoran las antiguas habilidades del campo, como los concursos de arrastre de bueyes y las exhibiciones de doma de ganado. Además, se disputó el Memorial Ambrosio Calzada, competición de bolo palma.

A las 20:30 tuvo lugar el desfile de carrozas, donde en vehículos que emulan las casas típicas de la comarca, los vecinos del Valle de Cabezón recrean diversas escenas características del campo, como labores agrarias y de artesanía o escenas de matanza. El desfile estuvo cerrado por uno de los platos fuertes de la jornada para los locales, La Pasá, donde el ganado tudanco cobró protagonismo al son de los campanos y acompañados. Vacas, cabras y ovejas transitaron las calles cabezonenses. El broche final del día vino a cargo de los Hermanos Cossío, que con sus canciones montañesas adornaron una jornada donde quedó presente el amplio repertorio cultural existente en Cantabria.

Ganado desfilando por las calles de Cabezón de la Sal. ALEJANDRO DÍEZ

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