Un periodismo de personas para personas

La emancipación en España se convierte en uno de los mayores problemas para la generación z

La edad media de independización del país supera los 30 años, mientras que la europea es de 26,4 años

Los jóvenes en España enfrentan una situación delicada para emanciparse debido a diversos factores, como bajos sueldos, trabajos inestables y altos costes de las viviendas. Este tema es de gran interés social y económico, especialmente al compararlo con la mayoría de los países europeos, donde se observa una emancipación más temprana y con menos barreras para alcanzar una vida independiente.​

La edad media de emancipación de los jóvenes en España es de 30,3 años, superando en casi cuatro años la media europea de 26,4 años, según cifras de Eurostat de 2022. Este retraso en la emancipación se debe a varios factores, siendo el más significativo la precariedad laboral. La mayoría de los jóvenes españoles alternan trabajos temporales y con sueldos bajos, lo que dificulta ahorrar la cantidad suficiente para independizarse. El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2025 es de 1.184 euros brutos mensuales en 14 pagas, lo que equivale a 16.576 euros brutos anuales. A pesar de este aumento, sigue siendo insuficiente en comparación con el precio del alquiler, que oscila alrededor de los 944 euros mensuales. Esto hace prácticamente imposible que los jóvenes puedan llevar una vida independiente sin recurrir a compartir vivienda con otras personas o recibir ayudas económicas de sus familias.​

Además de los problemas relacionados con los precios de los alquileres y los salarios, está la cuestión del paro juvenil. La tasa de desempleo juvenil en España es una de las más altas de toda Europa. En comunidades como Extremadura o Andalucía, supera el 30%, lo que empeora aún más las cifras a nivel nacional.​

La situación en España es bastante diferente a la de otros países europeos. Naciones del norte del continente, como Suecia, Finlandia y Dinamarca, presentan una edad media de emancipación entre los 20 y 22 años, casi 10 años menos que en España. Una de las razones de esta baja edad de emancipación en estos países es la implementación de políticas efectivas que facilitan la independencia de los jóvenes. Algunas de estas políticas incluyen el acceso a viviendas públicas y alquileres asequibles, además de sistemas de apoyo financiero bien estructurados para quienes desean independizarse. La combinación de políticas de vivienda accesibles y un mercado laboral favorable para los jóvenes ha sido de vital importancia en estos países nórdicos.​

Diferencia entre algunos países europeos del sur y del centro con menor y mayor tasa de desempleo juvenil de los últimos 10 años / Fuente: Eurostat

El acceso a la vivienda

El acceso a la vivienda es otro gran obstáculo para la emancipación. En España, los precios de las viviendas han aumentado constantemente, tanto para comprar como para alquilar. El precio de entrada de una vivienda en España suele ser el 20% del precio final de la propiedad, lo que representa una cantidad elevada e inalcanzable para la mayoría de los jóvenes. En el mercado de alquiler, aunque no existe esta barrera inicial, hay otras como comisiones, fianzas y altos costes mensuales que elevan el precio significativamente.

El principal motivo por el que la juventud no se emancipa es la elevada cantidad que se requiere para pagar la entrada de una vivienda, una cifra demasiado alta para aquellos jóvenes que no tienen un trabajo estable o cuyos salarios no son lo suficientemente altos. Gracias a esta ayuda, este pago inicial ya no será necesario, y el pago mensual de la hipoteca será más económico debido a la disminución del importe financiado.​

Situación en Cantabria

Cantabria vive una situación similar a la del resto del país, pero con algunas variantes significativas. La comunidad se encuentra entre las regiones con menor tasa de desempleo juvenil; sin embargo, esto ha sido insuficiente para contrarrestar los problemas de emancipación. La precariedad laboral y los altos precios de las viviendas también afectan a los jóvenes cántabros, quienes deben destinar la mayor parte de sus ingresos al alquiler, lo que reduce su capacidad de ahorro y la posibilidad de comprar una vivienda en el futuro. Todo ello obliga a muchos jóvenes españoles a permanecer en sus hogares familiares mucho más tiempo del que desearían.

  • Javier Corada: «Ha sido uno de los retos más grandes de mi vida»

«Ha sido uno de los retos más grandes de mi vida». Javier Corada, jóven de 25 años, trató su experiencia y el proceso que vivió hasta conseguir independizarse con su novia. Javier que llevaba 2 años buscando alquilar un piso con su pareja, contemplaba cada vez más la idea como una misión imposible, debido a los altos precios y a la cantidad de documentos y denegaciones que le hacían en el Registro de Propiedad, a pesar de tener un trabajo y sueldo estable tanto él como su novia.

Finalmente, a principios del pasado año encontraron un piso en Muriedas, cuyo alquiler no era desproporcionado y que con sus salarios podían asumirlo. Los primeros meses fueron difíciles, pero los pudo sobrepasar cuando pensaba en todo lo que había costado llegar ahí. «Emanciparme me ha enseñado a ser más responsable y a valorar cada euro que gano», dijo Javier, que habló también de los jóvenes que pasan por la misma situación que tuvo que vivir él durante 2 años, y declara que sabe que todos los jóvenes no tienen su misma suerte y espera que en un futuro no muy lejano haya más apoyo y oportunidades.

Por otro parte, está la situación que vive Cristian, jóven de 23 años que está en el mismo punto que la mayoría de jóvenes españoles al no poder independizarse por motivos fuera de su alcance. «La mayoría de las ofertas que recibo son contratos temporales o empleos a tiempo parcial que no ofrecen la seguridad económica necesaria para independizarse», desde hace 2 años está en el mercado laboral, pero siempre en trabajo inestables o con sueldos muy bajos. Su sueño es conseguir un trabajo estable y en unos años poder emanciparse y vivir con su pareja.

Además, Cristian habló sobre el apoyo que recibe de sus padres que le ayudan en todo lo que pueden, a pesar de que ellos también tienen sus propios gastos y preocupaciones. La frustración con la que vive es grande y muchas veces se arrepiente de no haber estudiado más para poder tener más oportunidades en el mundo laboral. «Vivir con mis padres a esta edad puede ser frustrante, ya que siento que es el momento de tener mi propia independencia y espacio personal». Aparte de su experiencia propia, ver a algunos amigos suyos que viven en otros países europeos ya estar independizados le hace sentirse más estancado.La situación afecta mi autoestima y mi sensación de autonomía. «Siento que mi situación es muy común hoy en día y eso es muy preocupante para el país, ya que la juventud somos el futuro», afirmó.

Posibles soluciones

Para mejorar la situación de emancipación de los jóvenes en España, es necesario implementar una serie de políticas y medidas que aborden los principales obstáculos que enfrentan. Estas políticas deben centrarse en mejorar el acceso a la vivienda, aumentar la estabilidad laboral y proporcionar un apoyo financiero más significativo a los jóvenes.

El Gobierno debe seguir el modelo de otros países europeos que están en situaciones bastantes más favorables. Un caso es el de Suecia, que invierte en la construcción de viviendas destinadas a alquileres con un alto grado de accesibilidad para los jóvenes. Por otra parte, es importante también controlar los aumentos desmedidos de los precios de los alquileres, así como también las prácticas abusivas que puedan practicar los propietarios de las viviendas sobre sus inquilinos.

En el aspecto laboral, disminuir la precariedad y aumentar la estabilidad en el empleo juvenil es fundamental. Esto se puede lograr a través de contratos con mayor estabilidad y con menos temporalidad. La formación profesional facilitaría la introducción de los jóvenes en el mercado laboral, adquiriendo habilidades técnicas con gran demanda y por ello obteniendo más opciones para ser contratado.

Por último, inyecciones económicas directas a los jóvenes es de igual o mayor importancia que lo anteriormente mencionado. Esto incluye la ampliación y mejora del Bono Alquiler Joven, subsidios y ayudas que cubran gastos iniciales, como los avales ICO. Programas y cursos que enseñen a los jóvenes a como ahorrar de la manera más óptima posible es otra opción que puede ser de gran ayuda.

Comparte esta noticia

Noticias relacionadas

Suscríbete a nuestras noticias
Un periodismo de personas para personas