Durante sus más de siete años como asesor en el sector hostelero y gastronómico, Eloy Rodríguez ha empleado sus conocimientos de marketing para “optimizar” los negocios hosteleros, como indica en su perfil. Su familia abrió un pequeño bar, del cual comenzó adquiriendo enseñanzas a la edad de catorce años. Durante aquella etapa, el restaurante experimentó dos fases. En primer lugar, la del éxito, “donde venía gente de todos los rincones de Alicante”.
Sin embargo, después vino una época de fracaso, en la que aprendió “que un restaurante hay que llevarlo bien a nivel de gestión. Que no sólo importa dar de comer bien, y sobre todo hay que tener una estrategia de marketing orientada a conversiones y no a ‘mira qué bonito soy y mira qué comida más buena”.
Para el propio Rodríguez, Google Maps es “el rey en los restaurantes, tanto en reseñas, como en una buena optimización de la ficha y ser geolocalizado”. Además, afirma que “se ha comido literalmente a TripAdvisor”. También destaca la publicidad de pago a través de Meta y Google.
Además, Rodríguez también recalca la importancia del neuromarketing gastronómico en la carta, porque según el experto “hay un gravísimo problema de personal, y ese problema hay que subsanarlo de la manera más inteligente posible”. Destaca la relevancia de las cartas digitales, afirmando que “si optimizas una carta para e esa carta venda por ti en lugar de que tenga que vender un camarero, es una muy buena manera. Yo tengo casos de éxito en el que, por ejemplo, he aumentado el tique medio con maridajes, técnicas de upselling…”
Upselling y cross selling
Según Rodríguez, estas dos técnicas son muy empleadas por los establecimientos a la hora de intentar incrementar el tique medio del cliente. De cara al upselling, el propietario de Agencia Gastro pone el ejemplo de McDonald’s: “Ahora pides en los kioskos digitales y llega un momento que te dice, ‘¿quieres aumentar este menú por solamente un euro más y hacerlo extra grande?’ Patata grande, bebida grande y demás. Eso es un upselling porque subes, aumentas la porción del tamaño”.
Siguiendo con el mismo ejemplo del McDonald’s, Rodríguez define el cross selling de la siguiente manera: “cuando tú has terminado en el kiosco de McDonald’s, has terminado ya todo el proceso, te ponen: ‘¿te gustaría añadir un complemento a tu esto?’ O sea, unos nuggets, unas alitas, un Petit Suisse o lo que sea. Eso es como paralelo, no es un aumento real”.
Influencers
Para Rodríguez, la figura del influencer ha ganado mucho peso a lo largo de los últimos dos años, llegando incluso a contratar a alguno de ellos para su agencia: “Yo lo utilizo mucho. Cuando hago consultoría y demás solemos contratar a influencers como Cenando con Pablo, como distintos foodies que hay en el sector. Y el retorno de la inversión de invertir en influencers es súper positivo porque yo he visto casos en los que, a lo mejor, pagándole a un influencer X, vamos a poner el ejemplo de 1.500 euros, tener retornos de inversión
de 80.000 euros.
Sin embargo, para Rodríguez, aunque no esté muerto el marketing de influencers, sí que lo está la estrategia del influencer. “ya huele mucho de que muchos de los influencers están haciendo campañas ya en las que el restaurante les paga. No era como al principio que había menos presión y el influencer salía a buscar conceptos que eran interesantes y demás y se olía mucho. El problema aquí que suele haber es que el restaurante le suele marcar las pautas al influencer de lo que tiene que hacer”, declara. Para Rodríguez, esto supone un problema, ya que “el influencer pierdeautenticidad con su público objetivo”.
El community manager
Rodríguez declara que en algunas ocasiones, ha contactado con algunos negocios que tienen en nómina a un community manager a cambio de 500 euros al mes. Lo primero que les comenta el propio Rodríguez es “cárgatelo ya”.
“Ahora estoy asesorando a una franquicia de hamburgueserías muy conocida en España y demás. Y claro, el contenido que están haciendo es contenido comercial. O sea, aquí os presento a mi hamburguesa, luego os presento a mi nacho, luego os presento a mi finger, luego os presento a mi hamburguesa otra vez…”, afirma. Según Rodríguez, “eso no cala. Y sobre todo, en la generación Z. Entonces, hay que humanizar, para vender hay que humanizar. Hay veces que, por ejemplo, Vicio o Nude Project no hablan de su producto. O sea, es que no hablan nada”.
“Te están vendiendo un sueño, una filosofía y una conexión directamente con el cliente ideal. ¿Que al cliente ideal le gusta el skate? Pues se centran en el skate. ¿Que al cliente ideal le ha dado ahora por fumar puros? Pues hablan de fumar puros. O sea, están constantemente a la vanguardia, ¿vale? Entonces, el objetivo al final es facturar. Y la cuestión es la estrategia para facturar y aumentar el tique medio”, comenta.
El concepto
Para Rodríguez, es fundamental que no haya incongruencias en el concepto que ofrece el restaurante en cuestión. “Se pueden ver, por ejemplo, en el interiorismo. Este local está vendiendo en las redes sociales, que es un local orgánico, que apuesta por la sostenibilidad, producto de kilómetro cero, etc. Y luego llego al restaurante y me veo que el restaurante está lleno de plantas artificiales. Hay una incongruencia ahí entre lo que está comunicando el restaurante, que es un sitio orgánico que está comprometido con el medio ambiente, con que tenga plantas artificiales”, declara.
“O, por ejemplo, analizo la carta y veo que me sacan, para la hamburguesa, me sacan un bote de Heinz, de mostaza y otro de ketchup. Y entonces me está diciendo, estamos trabajando con producto de kilómetro cero y luego me está sacando una mostaza Heinz, un ketchup Heinz, cuando hacer un ketchup y una mostaza es lo más fácil del mundo, que lo hace mi sobrina con 14 años. Entonces, ese tipo de cosas son las que yo analizo, que no haya incongruencia en el concepto”.