Con la entrada en vigor del Real Decreto Ley en 2023, el sistema de cotización por ingresos reales para autónomos prometía una mayor protección frente al cese de actividad. Dos años después, en 2025, las cuotas han experimentado cambios significativos en el marco de la transición hacia un modelo definitivo que se implementará progresivamente hasta 2032.
A partir de este año, los autónomos con rendimientos netos superiores a 1.700 euros al mes verán un nuevo incremento en sus cuotas, lo que supone una carga económica mayor, especialmente en los tramos medios y bajos. El sistema clasifica a los trabajadores por cuenta propia en 15 tramos según sus ingresos netos previstos, aplicando un tipo de cotización del 31,4 % sobre la base elegida dentro del tramo correspondiente.
Según el portal especializado pymesyautonomos.com, en 2025, un autónomo con un rendimiento neto de 70.000 euros anuales deberá pagar alrededor del 10,1 % en cuotas (7.080 euros). En contraste, un emprendedor con ingresos netos de 1.100 euros mensuales (13.200 euros anuales) tendrá que destinar 3.120 euros, lo que representa más del 23 % de sus ingresos.
Para algunos expertos, el sistema presenta grandes inconvenientes. Borja Barrete, asesor fiscal, considera que la medida supone un retroceso: “Estamos peor que antes”, señala. Además, destaca la complejidad del nuevo esquema: “Los autónomos deben prever sus ingresos con precisión para evitar ajustes futuros, lo cual es casi imposible”.
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No obstante, algunas voces del sector defienden la medida como un ajuste necesario. Marina Teja, autónoma en proceso de iniciar un negocio, opina que la normativa es un reto al que hay que adaptarse: “Nosotras empezamos ya con esto y simplemente lo asumimos tal cual es”. De manera similar, el emprendedor Fernández Revuelta la considera “justa, pero no beneficiosa”, argumentando que, aunque la idea de cotizar según ingresos reales es equitativa, su implementación ha generado confusión.
Regularización de cuotas y ajustes anuales
Desde diciembre de 2023, la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) ha puesto en marcha la regularización anual de cuotas, con el objetivo de ajustar las cotizaciones abonadas a los ingresos netos reales de los autónomos. Este proceso permite devoluciones automáticas, ajustes neutrales o pagos adicionales, según el caso.
Los autónomos podrán modificar su base de cotización hasta seis veces al año para ajustarse a su situación económica. Aquellos con cotizaciones superiores a las que les corresponderían podrán optar por mantenerlas para mejorar su pensión o solicitar un reembolso antes del 30 de abril de 2025. En el caso de que las cotizaciones sean insuficientes, los afectados deberán abonar la diferencia en los plazos establecidos por la Seguridad Social.
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Un sistema en constante evolución
Durante 2025, el modelo de cotización por ingresos reales continuará su fase de transición, con la implementación de un nuevo tramo de cuotas ajustadas y la regularización de los ingresos netos declarados. El objetivo final es consolidar un sistema plenamente vinculado a los ingresos reales para 2032, buscando mayor equidad y sostenibilidad según el Gobierno de Cantabria y la Consejería de Empleo.
No obstante, a medida que el sistema avanza, la percepción de los autónomos sigue dividida. Mientras algunos lo ven como un mecanismo necesario para modernizar la Seguridad Social, otros consideran que su aplicación no ha hecho sino incrementar la incertidumbre financiera para los trabajadores por cuenta propia. El próximo año será clave para evaluar el impacto real de la medida y ajustar posibles desajustes en el modelo.