Desde el cielo de Cantabria y con una cámara entre las manos, Cayetana Saiz ha logrado lo que muchos astrofotógrafos solo sueñan: que una de sus imágenes protagonice el Astronomy Picture of the Day (APOD) de la NASA. Autodidacta, divulgadora incansable y formadora de futuros observadores del cielo, Saiz ha conquistado uno de los mayores reconocimientos en la astrofotografía mundial sin salir de casa. Desde Galerna Press hablamos con ella sobre cómo se fotografía el cielo, qué hace especial a Cantabria para la observación astronómica y qué significa para ella que la NASA se fije en su trabajo.
¿Cómo viviste el momento en el que supiste que la NASA había seleccionado tu imagen como APOD?
Fue un momento muy emotivo que viví junto a mi familia. Te informan días antes a su publicación, mediante un correo electrónico y directamente ves cómo se mostrará tu imagen ocupando la web de Nasa Astronomy Picture of the Day, junto con un texto sobre la misma escrito por un astrónomo o astrofísico de la agencia. El APOD es un reconocimiento importante e ilusionante para los astrofotógrafos, así que es un momento intenso, y lleno de emoción y agradecimiento en el que ves recompensado todo esfuerzo.
¿Alguna vez imaginaste llegar a ese nivel o ha sido más bien una mezcla de sorpresa y trabajo duro?
Hace un par de años pensé que era imposible que mi trabajo fuera reconocido y publicado por la Nasa. En esta disciplina fotográfica el nivel es muy exigente, hay astrofotógrafos muy buenos haciendo cosas increíbles, muchos haciendo ciencia y descubrimientos. Además del trabajo que esto conlleva, la experiencia juega un papel crucial, y competir con las altas prestaciones de los equipos utilizados y los miles de trabajos extraordinarios que la Nasa recibe cada día, tanto del ámbito profesional como amateur, hacen que sea muy complicado llamar su atención.
Cuando recibes un reconocimiento por una imagen concreta, sientes que te lo mereces por todas las imágenes que has tenido que tomar hasta llegar a esa, todos los problemas que has tenido que solventar y todas las veces que has tenido que sobreponerte a las dificultades, la incertidumbre, el frío o la soledad, para llegar hasta ese punto.
Así que por supuesto siento que esto es el resultado de sentir pasión por ello, que es lo que me permite perseverar y trabajar duro.
Aunque naciste en Madrid, llevas desde pequeña en Cantabria. ¿Qué significa para ti esta tierra?
Para mi Cantabria es mi hogar. Es donde crecí, formé mi familia y donde soy feliz. Cuando viajo, siempre estoy deseando volver, no hay lugar en el mundo en el que me sienta mejor. El norte de España es una zona complicada para la astronomía y la astrofotografía debido al clima, y aún así es donde eché mis raíces y donde quiero estar. A cambio de las nubes y la lluvia, tenemos unos paisajes increíbles para incorporar a las fotografías nocturnas ,y una seguridad y tranquilidad que no hay en otros lugares.
¿Tienes algún lugar ‘mágico’ o especial en la tierruca desde el que te guste observar o fotografiar?
Mi lugar habitual de trabajo es mi jardín, donde más cómoda y tranquila estoy, o en su defecto, un alto que tengo a 3 minutos de casa que es a donde voy cuando necesito una posición de mayor elevación. Las vistas y la paz que hay allí son increíbles. Siempre que estoy allí siento que vivo en el paraíso. Además tengo varios lugares desde los que he observado y fotografiado y a los que me gusta ir habitualmente, como por ejemplo el pico Tres Mares, algunos puertos de montaña y distintas ubicaciones de los Picos de Europa, donde siempre disfruto de las estrellas sobre paisajes inigualables. También tengo buenos recuerdos de noches de observación desde el Observatorio Astronómico de Cantabria en el páramo de La Lora.
¿De dónde nace tu pasión por la astronomía? ¿Hubo algún momento clave o persona que te marcó?
Como a cualquier niño, de pequeña el universo me parecía algo asombroso y me llenaba de curiosidad. He tenido siempre una conexión con las estrellas, como muchas otras personas a lo largo de su vida, sobretodo en momentos importantes, momentos difíciles, etc…Es algo común en los humanos mirar a las estrellas y hacernos preguntas cuando estamos perdidos, cuando muere un ser querido, cuando nos separamos de nuestra familia, etc. Sin ir más lejos, mi abuela paterna y yo siempre tuvimos a Venus como astro de referencia que nos hacía sentirnos cerca la una a la otra a pesar de vivir a cientos de kilómetros.
Más allá de eso, mi interés por fotografiar el cielo vino a raíz de mi trabajo como fotógrafa y mi necesidad de fotografiarlo todo. Hace años intenté hacer mis primeras astrofotografías sin mucho éxito, ya que es un mundo al que es complicado acceder sin conocimientos básicos de astronomía . Fue hace 2 años cuando me lo tomé en serio porque conocí por redes sociales el trabajo de otro astrofotógrafo amateur. Recuerdo que vi un vídeo en el que él estaba fotografiando una galaxia a 25 millones de años luz desde el jardín de su casa y me dije “Yo voy a hacer eso”.
¿Qué estás dispuesta a dejar de lado por capturar una imagen única?
Por una imagen única soy capaz dejar de lado el confort y la rutina…y superar la pereza o el miedo a lo desconocido. Son cosas que hay que saber abandonar si queremos hacer este tipo de trabajo. Voy conciliando de la mejor manera que puedo todo esto con mi vida familiar. Mi familia y mis animales siempre están los primeros en mi lista de prioridades.
¿Qué hace falta para tomar una imagen como la que tomaste? (materiales, ubicación…)
Concretamente para esta imagen, se necesita cualquier cámara y objetivo fotográfico de uso convencional (en este caso, la cámara era una Canon 800D y un objetivo Sigma habitualmente utilizado para retrato, de 135 mm de focal). Es imprescindible contar con una montura ecuatorial motorizada o startracker en el que montar la cámara. Este es el aparato que nos permite contrarrestar el movimiento de rotación de la Tierra para capturar todo el evento y poder captar la nebulosidad azul que rodea el cúmulo estelar abierto de las Pléyades. Para captar lo que es invisible a los ojos necesitaremos poder tomar cientos de imágenes durante horas para después sumarlas y así captar esa señal de luz tan débil. Posteriormente es necesario el procesamiento mediante varios software. En eso se basa la astrofotografía, en la toma, el apilado y el procesamiento de datos.
¿Recuerdas alguna anécdota surrealista o divertida que te haya ocurrido en una de tus salidas nocturnas?
Tengo anécdotas pero no sabría deciros si son divertidas o no… En mis salidas nocturnas he experimentado en mitad de la oscuridad y el silencio visitas de animales silvestres, y alguna vez de personas curiosas que sin ser conscientes me dan unos sustos de muerte… Lluvias torrenciales sin tener cobijo, llegar a destino a 2400 mts de altitud, abrir la mochila y darme cuenta de que había olvidado algo imprescindible. Equivocaciones y fallos absurdos por falta de sueño, como dejar la tapa del objetivo puesta, cosas de las que solo yo fui testigo y ataques de risa en soledad.
Una cosa está clara, no hay salida nocturna sin anécdota.
¿Cómo has aprendido todo lo que sabes? ¿Te formaste de forma autodidacta o has estado arropada por alguna comunidad?
Aunque soy muy autodidacta en casi todo, me he formado tanto en astronomía como en astrofotografía, mediante cursos en distintas escuelas, academias, universidades, talleres, etc.
Además, es increíble todo lo que podemos aprender hoy en día en plataformas como Youtube. Algo muy importante es poder contar con el apoyo de una comunidad o agrupación astronómica. En mi caso, tengo una gran comunidad en redes sociales, ahí nos ayudamos unos a otros y también soy socia de la Agrupación Astronómica Cántabra, donde sucede lo mismo.
Mi mentor en astrofotografía fue Luis Miguel Azorín, a quien siempre estaré muy agradecida. Hoy en día soy yo misma la que forma a futuros astrofotógrafos a través de talleres y cursos.
A veces la gente cree que la fotografía es solo cuestión de tener una buena cámara. Pero… ¿Dónde está el arte en lo que haces tú? ¿Qué hay detrás de una imagen como la tuya?
En este tipo de imágenes, más importante que el propio equipo es tener ambición y el conocimiento preciso para primero llegar a tener la idea, poder planificarla y posteriormente realizarla. Para ello, el ingrediente principal es sentir pasión y verdadero interés por el tema, claro está. Estar al día de las efemérides astronómicas, entender el cielo, contemplarlo, saber realizar el trabajo técnicamente, saber hacer procesamiento y todo ello aderezarlo con algo de creatividad, gusto estético y un estilo único que diferencie tu trabajo del de los demás.
Has conseguido otros premios y reconocimientos… ¿Cuál es el que más ilusión te ha hecho y por qué?
Con anterioridad al NASA APOD, que es el que más ilusión me ha hecho por lo complicado que es lograrlo, ya había recibido otros premios y reconocimientos. El año pasado fui publicada por la Agencia Espacial Europea (ESA), y gané el tercer precio en la categoría Special Celestial de Optolong. Además, mis trabajos han sido seleccionados como Amateur Astronomy Picture of the Day (AAPOD2) en muchas ocasiones , así como Earth Science Picture of the Day (EPOD) por la asociación Universities Space Research Association en numerosas ocasiones.
¿Cuál es tu mayor sueño dentro de la fotografía? ¿Hay alguna imagen que aún sueñes con capturar?
Tengo muchos sueños por cumplir dentro de la fotografía astronómica. A corto o medio plazo me gustaría poder fotografiar el cielo nocturno del hemisferio sur, que está fuera de nuestro alcance desde nuestra posición y poder hacerlo desde lugares totalmente libres de contaminación lumínica, que es uno de los objetivos de todo astrofotógrafo.
También disfrutar y fotografiar de la mejor manera posible los próximos eclipses de Sol visibles desde España en 2026, 2027 y 2028.
Sería increíble poder hacer algún descubrimiento astronómico, ser la primera en capturar un objeto hasta entonces desconocido o vivir durante un evento único como por ejemplo, ser testigo de la explosión de la estrella Betelgeuse candidata a supernova, Estas cosas tan poco probables, son las que todo aficionado, profesional o amante del espacio quiere llegar a experimentar o registrar.
Y por supuesto… sueño con tener un mejor equipo montado en mi propio observatorio.