El pasado noviembre, Dani Martín rompió todos los récords al colgar el cartel de ‘no hay entradas’ en las 10 fechas que ofrecerá en el WiZink Center durante noviembre y diciembre de 2025. Tanto fue el éxito de la venta online que, poco después, el 21 de noviembre de 2024 concretamente, ya se podían adquirir las entradas para las otras 16 ciudades en las que el cantante madrileño actuará… ¡en 2026!
Sin embargo, el éxito de esta gira también ha evidenciado un fenómeno cada vez más polémico: la reventa de entradas. Con más de un año de antelación a los conciertos previstos para 2026, las entradas se han convertido en objeto de especulación. Plataformas digitales como Viagogo y StubHub ya muestran precios hasta cinco veces superiores al oficial, mientras que en foros y redes sociales proliferan ofertas que alimentan un mercado paralelo.
El caso de Dani Martín no es único. Coldplay, Taylor Swift, Harry Styles… Artistas nacionales e internacionales enfrentan un problema recurrente que afecta tanto a los fans como a los organizadores de eventos. ¿Cómo es posible que las entradas oficiales se agoten en cuestión de minutos, mientras que los portales de reventa están llenos de ofertas a precios inflados?
Si abres tu navegador y tecleas «entradas para el concierto (inserta nombre del artista)», el resultado que aparece en primer lugar es casi siempre el mismo: Viagogo. Esta plataforma ofrece entradas para cualquier tipo de espectáculos, ya sean deportivos, musicales o de muchas otras índoles. Tanto es así, que a los pocos minutos de anunciarse el evento, las entradas ya están disponibles para su compra en el portal (aunque la organización legítima ni siquiera disponga aún de ellos).
Los bots
Los bots de venta de entradas son un software diseñado para realizar esta tarea de compra masiva, ya sea realizando tareas automatizadas como escoger una entrada con un determinado precio, verificando si hay entradas nuevas disponibles por liberación de asientos o mediante la simple compra y reventa de entradas.
Los bots representan casi el 40 % del tráfico total de los sitios web de compraventa de entradas, según Queue-it
Los bots pretenden imitar el comportamiento de los usuarios humanos, solo que de forma más rápida y a mayor escala. Así, estos bots revendedores pueden encontrar y comprar entradas a una velocidad imposible de replicar por los clientes humanos.
Según señala el abogado de la Federación de Consumidores y Usuarios del Comité de Expertos para la generación de un Entorno Digital Seguro para la juventud e infancia (CECU), Miguel Crespo, “En España, no existe una normativa específica que regule exclusivamente el uso de bots, pero las leyes generales relacionadas con el fraude, la protección de datos y los delitos cibernéticos también aplican a estos casos”.
Pero, ¿todo esto es legal?
La reventa de entradas está prohibida en España por Real Decreto desde 1982. No obstante, y debido a la fecha del texto original, el Real Decreto se enfoca en la venta callejera o ambulante, y deja a un lado que la mayor parte de entradas son revendidas actualmente a través de internet.
El texto ya advertía de que la legislación previa al Real Decreto 2816/1982 estaba obsoleta: “El Gobierno considera inaplazable la necesidad de actualizar y adaptar a la abundante normativa dictada y a los cambios producidos desde mil novecientos treinta y cinco, los preceptos reguladores del ejercicio de las competencias que corresponden a las Autoridades gubernativas para el mantenimiento del orden público y la protección de las personas y bienes, en relación con los espectáculos públicos y las demás actividades recreativas, competencias derivadas de distintas disposiciones con rango de Ley formal”.
Dado lo anticuado del Decreto, existen nuevos motivos para argumentar la ilegalidad de la reventa de entradas, como la protección del consumidor o la prevención de métodos fraudulentos. Como no hay regulación, actualmente no hay manera legal de verificar y garantizar que los tickets no estén falsificados.
Las sedes de muchas de estas plataformas están en Suiza. Esta ubicación se debe a que, a menos que el usuario viva en otro país en el que la página de reventa también tenga sede, cualquier reclamación se interpretará de acuerdo a la ley suiza.
Miguel Crespo advierte que la normativa en caso de una reclamación por este tipo de estafas contempla excepciones en las que el derecho al desistimiento (la posibilidad que tiene el consumidor o usuario de dejar sin efecto el contrato celebrado) no se aplica.
“Si no hay algún incumplimiento por parte de Viagogo, como una cancelación o cambio de fecha o lugar, podríamos encontrarnos con problemas para la devolución de la entrada porque pueden acogerse a esa excepción”, afirma Crespo.
De todos modos, los expertos recomiendan reclamar igualmente a la empresa la devolución del dinero. En su página web, Viagogo indica que los compradores están protegidos con la “garantía de Viagogo” y que se debe informar de cualquier problema en relación con las entradas en un plazo máximo de 14 días tras recibirlas. “Aconsejamos iniciar esa acción y solicitar el reembolso de esta forma”, señala el abogado.
Para Paula Álvarez, víctima de una estafa de reventa de entradas, es “indignante” que este tipo de casos sigan ocurriendo. “Cuando salieron a la venta las entradas para Taylor Swift en Madrid intenté comprarlas, pero la página estaba saturada y, para cuando conseguí entrar, ya estaban agotadas», explica.
«Me quedé fuera, sin concierto y con 300 euros menos»
La afectada recurrió a la reventa y lamenta lo ocurrido a la hora de entrar al recinto: “Al escanear mi entrada me dijeron que no era válida. Intenté hablar con los encargados de seguridad, pero no pudieron hacer nada”.
Para prevenir cualquier tipo de problema relacionado con la compra de entradas revendidas, la única solución totalmente fiable es adquirir los boletos a través de los puntos de venta oficiales. Pese a que comprar en sitios no oficiales puede resultar tentador, estas opciones carecen de garantías y pueden ocasionar la pérdida total del dinero y el disgusto por la imposibilidad de acceder al concierto por el que tanto estabas esperando.